
San Pelayo de Antealtares es el primer Monasterio que tuvo la ciudad de Santiago de Compostela. Fue erigido en el siglo IX, por deseo del rey de Asturias, don Alfonso II, el Casto, quien ordenaría la presencia de doce monjes benedictinos para custodiar las reliquias del Santo Apóstol, Patrón de las Españas.
El conocimiento de este gran fondo documental es esencial para la realización de cualquier estudio que quiera hacerse en relación con la ciudad Compostelana, o también sobre las raíces de numerosas localidades. La abundante cantidad de datos que ofrecen los cientos de manuscritos son de una riqueza excepcional, muy necesaria para estudios históricos de todo calado, como también para realizar investigaciones de vecindades o también genealógicos.
El archivo del Monasterio está perfectamente dirigido por la Ilma. Hermana Sor María del Carmen, quien conoce a fondo los miles de legajos y que resulta una formidable colaboradora para los investigadores.
La firma del convenio, por razón de la Covid-19 y las limitaciones de movilidad con numerosas restricciones ordenadas por la autoridad, ha tenido que realizarse desde la sede de cada uno de los firmantes, quedando para mejor momento el encuentro de los responsables de ambas Instituciones.